miércoles, 23 de enero de 2008

MATHIEU RUHLMANN - THE CALM OF THE SUNS



MATHIEU RUHLMANN - The Calm Of The Suns
(Entity, 2005)

The Calm Of The Suns”, segundo disco del artista sonoro canadiense Mathieu Ruhlmann para un sello belga (en este caso para el excelente netlabel Entity, localizado en Gante) y su último larga duración disponible online es, como algunos de sus otros trabajos, una escenificación de determinados entornos concretos, de un panorama post-tecnológico habitado por tan sólo algunas formas de vida supervivientes.

El álbum está formado por siete piezas que uno puede imaginar como diferentes visitas a la misma y sólida construcción, como siete densas visitas levantadas con unos pocos elementos, lo que, bajo determinadas condiciones, resulta sorprendentemente coherente. Ruhlmann construye elaborados paisajes sonoros en calma usando los elementos estrictamente necesarios, dando forma a imágenes de un mundo deshumanizado, mostrando un planeta paralizado, consumido por sí mismo hasta la propia soledad: siete retratos (casi estáticos) de la post-civilización. La pieza que abre el disco y que le da título sirve perfectamente como presentación esclarecedora del universo sonoro de Mathieu Ruhlmann. 'Summerfall' muestra la cara más “humana” de todo el disco, en la cual esboza desde el fondo y tímidamente un conciso y truncado motivo musical procedente de un piano. Quizás ésta sea la más notable presencia de 'vida humana' en el álbum y es uno de los momentos más destacables de este lanzamiento. Conteniendo tensión y esperanza, débiles pulsos y una notable oscuridad, estas siete piezas se diluyen una detrás de otra, sumergiéndonos en un panorama vacío, sólo roto por unos pocos y tímidos elementos orgánicos (tenues clics, un feedback de fondo en 'Brumal' y algunos ligeros y sutiles microelementos). En la tercera composición, 'Hares Honey Blood', Ruhlmann incrementa el suspense y la tensión; aquí los elementos empleados son comunes a las otras piezas, pero el uso de feedback logra una posición destacada en relación al resto. El álbum se cierra con 'Waterglass Anthers', el otro momento cumbre del disco. Es quizás la pieza más orgánica y funciona como una bella salida a la superficie que a la vez representa el final de este excelente trabajo, uno de los mejores lanzamientos publicados por Entity". (Con-v)

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