miércoles, 13 de diciembre de 2006




ÂMES SANGLANTES
"Le Cri Du Pendu" (Cipher Productions, 2006)

Detrás de Âmes Sanglantes se encuentra un canadiense que responde al nombre de Pierre-Marc Tremblay. Nunca había oído hablar de él, pero parece ser que es también el responsable de Akitsa. En cualquier caso, a priori Âmes Sanglantes no tiene mucho que ver con ese otro proyecto. "Le Cri Du Pendu" salió a la calle el 21 de enero de este año en el sello australiano Cipher Productions, especializado en noise y salvajadas varias y con unas cuantas ediciones ya a sus espaldas.

Uno se puede hacer una idea más o menos aproximada de lo que ofrece este disco observando tan sólo la foto de portada, en blanco y negro, y en la que se ve únicamente a un hombre ahorcado. Bastante macabro. No lo es menos el contenido del cd. “Le Cri Du Pendu” es un asfixiante y enfermizo ejercicio de aberrante noise y pesado industrial. Huelga decir que si no comulgas con el ruido este disco te resultará inaudible y desagradable hasta decir basta. Si es tu caso, puedes dejar de leer aquí. Si por el contrario disfrutas de la (no)música de Merzbow, Knurl, Masonna o Esplendor Geométrico, sin duda Âmes Sanglantes también te gustará.

Una breve e inquietante intro de tres minutos da paso a la monstruosa “La Chambre à Gaz", un verdadero martillo pilón de ¿música? industrial, disonante e incómodo, que se extiende más allá de los diez minutos, en el que un pesado y repetitivo ritmo metálico va desarrollándose y transformándose lentamente sin perder ni una pizca de la sensación inicial de agonía y angustia. Para el que escribe, uno de los mejores cortes del disco. Este da paso -como no podía ser de otra manera- a un violento y denso muro de sonido (“Síndrome Gravitationnel”), abrasivo de principio a fin y que es –inevitablemente- deudor de Merzbow. En el resto del disco se mantiene un asfixiante toma y daca entre los temas más ‘calmados’ y lineales (“Réponse Sans Question”, “Les Cernieres Minutes”), algunos más orientados hacia el industrial (“La Chambre Psychedéliqué”) y otros -cómo no- de pura locura y destrucción noise (“Réalité, Invention Humaine” –estremecedor- o “Désertiqué”).

“Le Cri Du Pendu” es un disco diverso y heterogéneo, a ratos estimulante, a ratos enloquecedor, pero bien construido en definitiva. Aúna una gran variedad de registros a lo largo de casi una hora de duración y en casi ningún momento se hace pesado ni aburrido (quizás el final peque de repetitivo). Consigue mantener la atención del que escucha y, pese a no ser excesivamente original, es un disco muy disfrutable para todo aquel que se declare seguidor del noise más áspero y desquiciado. De ser así, no hay duda posible.



1 comentario:

MonsterS dijo...

Impresionante dibujo coprofílico.