Le deben el nombre a Edwige Fenech, rotunda actriz italiana de los años 70 que obtuvo gran reconocimiento participando en multitud de comedias eróticas y thrillers. Semidesconocida en España y de físico imponente, es fácil imaginar el porqué de su éxito, si dejamos al margen durante un momento su posible capacidad interpretativa. Este disco reeditado en cd por el sello sueco Segerhuva pasa por ser un tributo a “la reina del cine erótico europeo de todos los tiempos”.
De Edwige como formación ‘musical’ se plantean pocas dudas si tenemos en cuenta la identidad de sus componentes: Keith Brewer (Mania, EEUU; electrónica, voces, metales), Sam McKinlay (The Rita, Canadá; electrónica) y Dan Johansson (Sewer Election, Suecia; electrónica y casetes). Una vez hechas las presentaciones, queda poco espacio para la equivocación en lo que se refiere al contenido estilístico del disco. Electrónica extrema o ruido abrasivo son etiquetas claras y concisas que se adaptan con fidelidad a la propuesta de esta ruidosa unidad.
‘The Inconsolable Widow Thanks All Those Who Consoled Her’ lo forman dos pistas en 34 minutos. O lo que es lo mismo: más de media hora de noise sin descanso, crudo y áspero tal y como se podría esperar. “Anna: The Pleasure The Torment” es una cascada continua de ruido, elaborada a base de chirridos, silbidos y chatarra sonora que ejerce como acompañante del denso y gravísimo manto de ruido erosivo que funciona por debajo y que por momentos parece desaparecer para, poco después, emerger abruptamente de nuevo. Aunque en superficie estática e inamovible, la masa de ruido se mueve discretamente entre unos ceñidos corsés estilísticos, pero en general lo que predomina de forma autoritaria es la densidad, la brutalidad y la continuidad. “Poker In Bed” comienza con una conversación en italiano a modo de introducción. Pronto las palabras van distorsionándose hasta derivar en un ruido agudo y entrecortado, que sólo se interrumpe para dar paso a una agresiva explosión de ruido y chirridos, una violenta corriente de sonido discordante y ciertamente incómodo, aunque sin la desmedida saturación reinante en la primera pista: el flujo de feedback se mantiene continuo y homogéneo, pero la apariencia global no es tan extremadamente grave y pesada como en aquella. Se percibe ruido de metales aquí y allá y otros ruidos sin identificar aunque, como dije antes, los esfuerzos se concentran en mantener una masa gruesa de ruido apabullante y casi inmóvil, pero atractivo. Hacia el minuto once todo se detiene para pasar a escucharse lo que parece una sintonía de radio en forma de canción femenina italiana que hace de contrapunto a la beligerancia sonora de todo lo anterior. Sin embargo, la tensa calma dura poco y durante los cinco últimos minutos vuelve a aparecer el aplastante muro de ruido hostil y apariencia metálica. Definitivamente, nada que no se haya escuchado antes, en realidad. Sin más pretensiones, un sólido disco de harsh-noise impenetrable de manos de tres de los más puristas ruidistas de este momento.
5 comentarios:
nocturnal emissions hoy jueves 6 en murcia!!!!!!!!!!
disfrutaré por mi por todos los que no podais estar
un saludo rudista
Edwige Fenech no es italiana. Es francesa.
Aunque casi completamente irrelevante para de lo que aquí se habla, eso es parcialmente cierto. Aunque nacida en Francia, actualmente es nacionalizada italiana.
Un saludo.
para ser totalmentes precisos...sus padres-ambos- eran italianos...no que sea fundamental...pero..pourparlé..saludos engrudo,siempre un placer leerte
Interesantes. voy a ver si puedo hacerme con el disco
Publicar un comentario