El DVD viene en un estuche de bonita presentación, y puedes elegir el diseño entre diez alternativas diferentes, todas ellas ilustraciones de especies vegetales rescatadas de un libro de botánica de Otto Wilhelm Thomé: "Flora von Deutschland, Österreich und der Schweiz" (1885-1905). Sencillez y muy buen gusto.
viernes, 30 de marzo de 2007
TEST TUBE - Collected Works 001 - 075
El DVD viene en un estuche de bonita presentación, y puedes elegir el diseño entre diez alternativas diferentes, todas ellas ilustraciones de especies vegetales rescatadas de un libro de botánica de Otto Wilhelm Thomé: "Flora von Deutschland, Österreich und der Schweiz" (1885-1905). Sencillez y muy buen gusto.
miércoles, 28 de marzo de 2007
CHRISTIAN RENOU - One Hour As From Rock'n'Roll To Silicium
One Hour As From Rock'n'Roll To Silicium
(Resonance fm, 2003)
KEITH ROWE & KIM CASCONE - With Hidden Noise
"With Hidden Noise"
(Anechoic, 2000)
Perversely, this almost molecular level of control allows Cascone to build more chaos into his tools, and generate systems that operate under their own rules. His background as a film sound designer (most notably for David Lynch) might lead you to think of his music as being cinematic, but it really isn't (unless it's film of cells replicating or some amino acids getting it on).
On the face of it, his hookup with AMM guitarist Keith Rowe may seem unlikely, but Rowe's recent work with laptop ensemble MIMEO and Cascone's collaborations with guitarist Kevin Drumm point to the common ground this rather lovely square 3" CD maps out; though not a collaboration in the usual sense (Rowe gave Cascone a live recording to work on) there is a sense that the two mens worlds are meeting in the middle.
On the single track, Cascone spins out a dronework of resonant buzzes, pulses and indistinct voices from his source material. Of course, Rowe is hardly the most conventional of guitarists; played flat on a table, the strings are alternately caressed, rubbed and thwacked by fans, brushes, bowes and knives in an aesthetic that would give Hendrix nightmares. Fed through Cascone's DSP wizardry, Rowe's guitar transmutes into gentle, hollow drones, fractured by tiny sounds like the cracking of ice; Cascone treats Rowe's occasional eruptions with windtunnel ambience, trailing off in fizzy distortions or chiming sinetones.
Its dark, atmospheric stuff, like a field recording of sunspot activity or insects building nests inside an electricity substation, strangely meditative yet slightly unsettling. Give yourself up to it and its a deep, deep listen; when it's over the rain on the window or the hum of your fridge sound different, stranger, louder. Recommended. Peter Marsh.
sábado, 24 de marzo de 2007
TWO ZOMBIES LATER
Prólogo de Alan Zweig:
Sometimes I stand in front of my record shelves, thinking about what I want to hear and I wonder what it might sound like if I could treat all the records on the shelves, like musicians in a great mess of a symphony orchestra. What it would be like if I could literally conduct my records. Point to this one and that one, mix them together, have them all playing at once. And I suppose that relates to my dream of finding the perfect cut. The one that embodies everything I love about this music. It's those last two dreams I think about when I listen to the two CD's created by the various musicians who've passed through the exotica mailing list over the years. If I were a musician myself, maybe I'd take all these various dreams and impulses I have, and try to create that perfect cut myself. Short of that though, I've got this collection of music which represents, I assume, analogous dreams on the part of my fellow exotica listers. I suppose I'll never find that perfect cut but the music here will undoubtedly keep those dreams flowing.
01. Br. Cleve & His Lush Orchestra - Shaken Not Stirred
02. Eric & Ryan Kilkenny - Bongo Avenger
03. Marble - Wah Factor 3
04. Philip Jackson - Nature Boy
05. Jeff Chenault and Andrew Izold - Exotica Revisited
06. Tipsy - Kitty's Daydream (Longhair mix)
07. Scotch & Soda (Max McMillan) - The Lonely Bull
08. Don Tiki - The Natives Are Restless
09. Jack Fetterman and the in Hi-Fi Music Direction - Acapulco 2000
10. The Weird Lovemakers - Quiet Spillage
11. Skip Heller's Hot Seven - Spy Perfume
12. Otis Fodder - Brilliant Pillows (Many Moons)
13. Astroslut - Love The From Astroslut
14. Der Plan - Jungle Village
15. Misty Roses - Up in Flames
16. Künstler Treu - If Jesus Came
17. Sem Sinatra - Toryansay
Volumen 2:
01. Mr_Melvis - A Walk Through The Powerhouse
02. Weirdomusic - Fiber, Ruler Of Pinakel
03. Djfreshmoney - Whammo
04. Dana Countryman - Cocktails In Space
05. Jan Fornell - Drift
06. Bruce Lenkei - Moonlight Zombie Dance
07. Bumpenstein - Fuad Motel
08. Narcotic Syntax - Pingpong Voodoo
09. Hybe - Venom
10. Impro - Farid, Astronauts From Magreb
11. Black Sash - You People
12. Mental Anguish / NOMUZIC - Blissful In Enchantro
13. Songs To Drink And Drive By - Walk On By
14. Magnus Sandberg - Island Knockin'
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viernes, 23 de marzo de 2007
ALEXANDR VATAGIN - Valeot
Emoción, contención y desnudez. Tres términos que se me ocurren apropiados para acotar, para situar a grandes rasgos las coordenadas musicales entre las que se encuentra el joven músico austríaco Alexandr Vatagin (bajista de los recomendables Tupolev y también en Und Morgen, Der Asphalt). “Valeot” es su primer disco en solitario, y fue editado por la netlabel sueca Mirakelmusic. Nueve breves temas de sonido austero y pretendidamente minimalista, despojado de forma consciente de todo artificio superfluo. Vatagin construye silenciosas piezas, en apariencia sencillas, entretejiendo robustas pero delicadas líneas de bajo, efectivas melodías de piano, arreglos de cuerda y toda una suerte de glitches y recursos electrónicos (curiosamente sólo en un tema se recurre a la percusión, y ésta es casi testimonial). Sin embargo, aquí la electrónica participa en su justa medida, operando como un instrumento más -por lo general suavizada en largos y discretos drones-, y subordinada al papel preponderante del piano y la instrumentación de cuerda (fundamentalmente el bajo, aunque también el cello).
No obstante, y pese a la premeditada austeridad del sonido, cabe concederle a Vatagin el mérito de capturar al oyente con, a priori, tan pocos recursos. Quizá lo más efectivo no figure en los créditos: no ceñirse estrechamente a determinados clichés o patrones puede resultar un pastiche indigerible o, como en este caso, proporcionar resultados satisfactorios con sólo talento y buena predisposición. Aquí se ha puesto empeño en despojar de toda previsibilidad a la música y en mantener la tensión, la emoción y la experimentación durante todo el minutaje, sin que ello represente una merma en el resultado final. En este terreno, los sobrios elementos sonoros, el desarrollo contenido y la cadencia pausada funcionan correctamente; es un placer dejarse guiar sosegadamente por las composiciones que forman “Valeot” y recrearse en las livianas e intimistas notas de piano de Peter Holy. Treinta minutos de intrigantes composiciones y hermosas melodías para perderse entre ellas. Un sólido primer trabajo que abre la puerta a un futuro prometedor.
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martes, 20 de marzo de 2007
MERZBOW (1987)
(Afflict, 1987)
A - Materials
B - Materials
[Download]
MERZBOW - Crocidura Dsi Nezumi
(Banned Productions, 1987)
A - Mustela Erminea Nippon
B - Mustela Sixasa Namiyei
[Download]
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lunes, 19 de marzo de 2007
GREG HAINES - Slumber Tides
Viene este pequeño preámbulo al caso de “Slumber Tides”, el primer disco del jovencísimo músico inglés Greg Haines (dieciocho años contaba cuando salió), editado por los siempre recomendables Miasmah Records. Un disco que, tras un buen puñado de escuchas, se me antoja enorme. Enorme porque Haines firma un disco extremadamente personal, perfectamente construido y sin lugar a dudas de una belleza increíble.
Con apenas un par de colaboraciones (destacar la fantástica voz de Kristin Giaver) y su destreza interpretativa (violín, violonchelo, guitarra…), consigue dar forma a un disco frágil y delicado en el que los instrumentos de cuerda se dan la mano de forma natural con la electrónica -a veces austera a veces intensa-, un disco que transmite serenidad, desnudez, pero sobre todo belleza. “Submergence” comienza de forma muy tenue, con la voz cristalina de Kristin fluyendo entre el sonido afable y tranquilo, en una pieza redonda, majestuosa, de sonido casi cinematográfico. “The Tired Diary [revisited]” es otro ejemplo de composición costruida maravillosamente entre la cuerda y el silencio, que se desarrolla lentamente con tranquilidad y armonía, y se va desvaneciendo hasta desaparecer entre nuestros oídos. “Arups Gate” o la final “Caesura” sirven de nuevo como dos muestras más de composición delicada, frágil y de una aparente sencillez insultante. Electrónica apacible, adecuada instrumentación, melodías vocales y atmósferas parsimoniosas se entrelazan entre sí dando lugar a unos resultados sinceramente sobresalientes, de una sonoridad excepcional y por supuesto –y esto es lo más importante- altamente disfrutables. Lo repetiré: un disco imprescindible y desde ya entre mis favoritos del año pasado. Tengas los gustos que tengas, consíguelo.
Eso sí, que nadie trate de convencerme de que esto es música para pasar el invierno viendo caer la nieve a través de los cristales. Este disco es tan sumamente bueno que debería escucharse en cualquier momento y en cualquier parte.
Aquí otra reseña:
Boomkat.
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jueves, 15 de marzo de 2007
KK NULL & DANIEL MENCHE - Raijin
Discos como “Raijin” (editado por la siempre magnífica discográfica Asphodel) siempre crean una cierta expectación nerviosa antes de su edición. Que dos artistas de la escena noise-experimental unan sus fuerzas para crear un disco genera siempre cierta curiosidad ante el resultado de ese matrimonio musical. Que dichos artistas sean Daniel Menche y KK Null debería incrementar notablemente el interés suscitado. Y es que a estas alturas ninguno de los dos parece necesitar presentación ni credencial alguna. Cabría señalar, no obstante, la inusual capacidad compositiva y la enorme hiperactividad de ambos. Sirva como ejemplo ilustrativo el hecho de que en 2006 vieron la luz cinco trabajos del japonés Kazuyuki Kishino y no menos de siete (sin contar un puñado de 7’’) por parte de Daniel Menche. Sin embargo, y contrariamente a lo que un profano pudiera pensar, lo prolífico de ambos no redunda en absoluto en perjuicio de lo creativo, y en este caso “Raijin” cumple con creces, siendo una obra redonda.
Podría esperarse de un disco colaborativo como éste un resultado directo y con pocas concesiones a la delicadeza, teniendo en cuenta las trayectorias de sendos músicos. El hecho es que esta premisa no se ajusta exactamente al contenido del cedé. Y es que si bien no es un disco -ni mucho menos- de fácil escucha, está plagado de matices, constantes cambios y diversos elementos que lo convierten en muy disfrutable y diría que imprescindible.
“Raijin”, a lo largo de cinco pistas (sin título), está conducido fundamentalmente por un abanico de elementos percusivos, un infrahumano tratamiento vocal y una trompeta fantasmal, acompañado todo ello por un completo muestrario de ruido y electrónica del más diverso pelaje. ‘1’ funciona como áspera introducción a base de percusión repetitiva y ráfagas escupidas de vibración sonora, que se convierten en una amalgama de ruido generada por un motor viejo y oxidado. El traqueteo expulsado por la maquinaria pronto satura todo el espacio a base de la adición de nuevas capas de ruido y chirriantes efectos.
Esa sensación seca y mecánica continúa en ‘2’, que se arrastra durante más de catorce minutos mediante golpes de metal y una irregular pero permanente percusión. Percusión y ruido metálico que descansan sobre envolventes y místicas atmósferas teñidas de ambiente tradicional japonés. Pronto el ambiente frío y espiritual va disminuyendo a favor del sonido de aspas y motores, inevitables percusiones y toda una masa de siseos, susurros y aullidos ultra-terrenales de corte retorcido y psicodélico. ‘3’ sirve de nexo de unión entre las dos partes del disco; el ruido torcido y manipulado hasta parecer robótico comparte el espacio a duras penas con el sonido viejo y chirriante de maquinaria pesada, hasta formar una auténtico muro de ruido industrial. La segunda mitad de “Raijin” (‘4’ y ‘5’) se prolonga durante más de veintiocho minutos de tormenta eléctrica, de percusión mutante, de noise vibrante e intenso que engulle y hace suyo todo lo que se precia: vibraciones, pitidos, motores, tintineos, aberrantes efectos, pulsos, reverb y todo tipo de ruido procesado y empapado de feedback, que conforman un monstruo brutal, hipnótico y angustioso, fantasmagórico y psicodélico. Un final de viaje apabullante y estremecedor. Una excepcional colaboración entre dos maestros del sonido, que debería servir como prueba incontestable a aquellos que piensan que todos los discos de noise suenan igual. Una demostración, otra más, de arte y virtuosismo.